Las sillas de ruedas son exportadas de China, la entrega de estas ayudas técnicas se la desarrollará durante todo el año .
Ibarra. La coordinación interinstitucional entre el Patronato Provincial de Imbabura y la fundación Jen Lee permitirá mejorar la calidad de vida de los niños, hombres, mujeres y personas con discapacidad de la provincia de Imbabura.
El estilo de vida de Pablo Romero , un niño de siete años con hidrocefalia , que debido a su enfermedad no puede movilizarse por sí solo cambiará notablemente gracias a la silla de ruedas postural que hubo con las adecuadas técnicas necesarias, “mi hijo tiene el 80 % de discapacidad física, por lo tanto, la silla será de gran ayuda para poderlo movilizar fácilmente ”, dijo el padre de Pablito, Daniel Romero de la comunidad de Araque.
Técnicos del Patronato y de la Fundación registran la provincia de Imbabura realizando las evaluaciones y llenando las fichas técnicas de las personas que solicitan la ayuda para compensar sus discapacidades a través de los centros de salud y juntas parroquiales; durante la visita domiciliaria se realiza la evaluación del beneficiario, así como del lugar donde se desenvuelve, esta información les permite conocer a los profesionales qué tipo de silla se deberá entregar.
Napoleón de la Torre , Administrador del Patronato Provincial de Imbabura, informó que el convenio entre el Patronato y la fundación Jen Lee terminó exportar 100 sillas de ruedas con diferentes características y condiciones técnicas, destinadas para personas que sufren diversas condiciones de discapacidad, mencionó que el precio de las sillas de ruedas depende del modelo y van desde los 250 hasta los 400 dólares.
Los modelos de las sillas de ruedas que recibirán los beneficiarios son de Canadá, Estados Unidos y Europa, sin embargo, fueron elaboradas y exportadas desde China, “las sillas son durables y las tenemos en modelos diferentes dependiendo de las necesidades del paciente, así como del espacio físico donde las usarán”, manifestó Katy Frank, terapeuta ocupacional de la fundación Jen Lee.
Rosa Minda de 56 años perdió sus extremidades inferiores debido a la diabetes, ella fue una de las primeras beneficiarias; al recibir y probar su nueva silla de ruedas agradeció la ayuda y recalcó que la silla le permitirá movilizarse y sentirse útil nuevamente.
De igual forma Maribel Túqueres mostró su felicidad y con lágrimas en sus ojos dijo que el mirar a su niña Jhoana sonreír mientras se desplaza en la silla de ruedas compensa todo el sufrimiento que debe afrontar, “ mi niña tiene siete años y sufre de parálisis cerebral , les agradezco infinitamente por esta donación , los técnicos adaptaron la silla para que mi nena pueda estar cómoda y no sufra de sus fuertes dolores por el desvío de la columna ”.
Se analiza la firma de otro convenio con la Fundación que permite confeccionar y donar prótesis y órtesis para aquellas personas de escasos recursos económicos que por accidentes o enfermedad han perdido alguna de sus extremidades.
PIE DE FOTO. La alegría de beneficiarios por recibir las silla de ruedas.